El proyecto de Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva enviado por el gobierno nacional al Congreso prevé un incremento de las alícuotas del impuesto a los Bienes Personales, que va desde 0,5% hasta 1,25% de acuerdo al valor total de los bienes que exceda el mínimo no imponible de $2 millones.

A modo de síntesis, Sergio Roldán, presidente del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de Santa Fe (CPCS) Cámara II, analizó que el aumento de Bienes Personales tiene "tres partes": una es el aumento general, que vuelve a incorporar una escala progresiva, que empieza con el 0,25% y termina en el 1,25% "llevando la máxima a como estaba antes de la reforma tributaria en el 2017". En la reforma tributaria del 2017, lo que se había hecho fue bajar las alícuotas y ahora se volvería a parámetros anteriores. 

"Con lo cual, aquellos que tengan bienes mayores a los 18 millones de pesos van a estar pagando la alícuota máxima", explicó Roldán. 

El segundo punto del esquema de Bienes Personales es, para Roldán, que el proyecto de ley le faculta al poder Ejecutivo a subir esa alícuota máxima al doble para aquellas personas físicas o humanas que tengan bienes en el exterior: es decir que llegaría a 2,5%. 

"Aquel que tenga bienes en el país, va a pagar hasta 1,25% y si tiene bienes en el exterior podría llegar a pagar hasta un 2,5%", analizó el especialista. 

De este modo, si una persona tiene 100.000 dólares en el exterior, el 2,5% serían 2.500 dólares al año, lo cual es "una tasa muy alta en relación a las rentas que se sostienen en el exterior", sostuvo Roldán. 

La tercer parte del impuesto es que para las empresas -que también pagan Bienes Personales sobre su patrimonio- la reforma tributaria anterior les había bajado el impuesto al 0,25% y ahora se retrotrae a la alícuota anterior que es del 0,50%. "Osea que para las empresas es un aumento del doble", sostuvo Roldán. 

"La valoración que yo hago es que es un incremento importante para aquellos que tengan patrimonios medianos, o medianos altos", dijo y agregó: "Como este impuesto se cobra todos los años el impacto para el que lo tiene que pagar es alto". 

"En las empresas también es alto porque se duplica. Si bien la alícuota es más baja, es otro impuesto más que las empresas van a tener que pagar", sostuvo.

"En definitiva esto sube la presión fiscal nuevamente, que antes se había intentado bajar. La presión fiscal en Argentina ya es bastante alta para los que tienen que pagar un dato negativo", agregó. 

Además, analizó que para aquellos sujetos que tienen bienes declarados en el exterior el salto podría ser del 0,25 al 2,5% lo cual es "un salto espeluznante". En muchos casos el aumento del impuesto es más del doble.  

"El gobierno tiene fundamentos para esto porque necesita los fondos porque no tiene financiamiento y tiene que pagar obligaciones, además de que requiere compensar el déficit fiscal por mayores gastos", explicó.

"Al pagarse el impuesto todos los años, con el paso de 30 años de pago se está pagando un 40 o 50% del valor total del patrimonio", finalizó.