El Tesoro comenzará este lunes subastar en el mercado mayorista de cambios –por medio del Banco Central– hasta 60 millones de dólares diarios, la mayoría de los cuales provienen del reciente desembolso efectuado por el FMI y lo restante de las licitaciones de Letes que realiza la cartera de Hacienda. El objetivo: reducir la volatilidad en el precio del dólar de cara a las próximas elecciones.
Serán en total unos 9.600 millones de dólares hasta fin de año los que se volcarán al mercado.
Desde que se anunció el desembolso hace un mes atrás y hasta comienzos de abril, el tipo de cambio inició un camino ascendente de la mano no sólo de la incertidumbre electoral, sino también de los malos datos económicos, fundamentalmente de la inflación.
Al mismo tiempo que los inversores dolarizaban aún más sus carteras, el Banco Central buscó seducirlos con la tasa de Leliq, convalidando subas diarias hasta tocar el máximo de 68,3% a fines de marzo, a la espera de un hecho clave: que el sector agroexportador comience a incrementar sus liquidaciones de divisas en medio de la cosecha gruesa. Esto último pareció comenzar a materializarse en la última semana, con ventas en algunas jornadas de hasta u$s 150 millones, lo que llevó tranquilidad al oficialismo, ya que el dólar registró una baja de casi dos pesos en cinco jornadas.
A la mayor oferta que habrá con las ventas de los dólares del FMI, se suman las subas de las tasas de los plazos fijos, que marcaron en promedio un 46,35%, según el Banco Central.
La pregunta que surge en el mercado es si ante una oferta de dólares mayor ¿es posible que el tipo de cambio retroceda otra vez hasta el piso de la zona de intervención?
Pero el riesgo riesgo país, que volvió a superar los 800 puntos básicos en los últimos días, parecería exponer como difícil que se concrete ese escenario.
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