Alternativas de inversiones dentro del negocio inmobiliario

En Rosario el suelo para la industria tiene un valor de entre 500 y 900 dólares el m2, mientras que en otras zonas hay buenos suelos que cuestan entre 10 y 17 dólares el m2

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En el marco de la Expo Inversiones 2019 en Rosario se realizó un panel para pensar en "una opción alternativa" a las inversiones en un contexto donde el denominador común es la crisis, como pueden ser las inversiones inmobiliarias locales, a partir de la visión de distintos desarrolladores: Pablo Cofano, Gustavo Ortolá y Damián Luque. 

Ortolá aclaró que tiene una visión federal de desarrollo y que tuvo buenas experiencias en la ciudad de Rosario (con ciudad Ribera), mencionando la localidad como un "ejemplo de paradigma". Comentó que van a volver a la ciudad en la punta norte en el que cree que será "un nuevo destino de inversión inmobiliaria". 

Ortolá destacó que actualmente hay una oportunidad de producir m2 con bajo costo de construcción en dólares y de acceder a suelos muy buenos con bajas incidencias. Lo que hacen es asociarse con dueños de las tierras en "no lugares", pero que tienen potencial y a eso le agregan código y proyectos. 

"Hay que producir metros que dentro de un tiempo van a tener buen valor de salida", explicó.

Además resaltó que las grandes ciudades del país están en un proceso de "refuncionalización" y que Rosario es, en ese sentido, "un caso de avanzada" ya que hay un buen planeamiento de Pellegrini y el parque, hacia la costa. 

Ortolá explicó que están intentando replicar ésta experiencia en otras ciudades, como Puerto Madryn, saliendo a buscar los socios originantes: "No el consumidor final, sino el que se asocia para desarrollar el emprendimiento".

"Quien entra hoy, lo hace con valores muy interesantes", dijo y agregó que "todavía no salieron al mercado minorista porque el mercado está complicado, pero nos preparamos con buenos abordajes de costos para salir con precios de oportunidad". 

Por otro lado, Pablo Cofano comentó que están desarrollando en la región del Gran Rosario en siete localidades con una visión clara en los "desprendimientos urbanos", para abordar "de manera responsable a la clase media en una oferta de productos". Con un producto que le apunta al asalariado, ven "buenas posibilidades para el 2020".  

"Las comunas están ofreciendo la invitación a que vayan a invertir a sus localidades" comentó Cofano y aclaró que los funcionarios políticos se comprometen a acompañar el proceso de aprobación y habilitaciones correspondientes, en lo que sería un cambio que Cofano considera "de importancia". 

En Rosario el suelo para la industria tiene un valor de entre 500 y 900 dólares el m2, mientras que en la región hay buenos suelos que cuestan entre 10 y 17 dólares el m2, según Cofano. 

Destacó que la clase media habla un "lenguaje en pesos" y que se puede vender el m2 con utilidad y transformar ese m2 en posiciones líquidas. Como buscan acercar el producto a ese estrato social, financian los lotes en 48 cuotas fijas en pesos, con 18 o 30 meses de entrega. 

El ingreso promedio de un inversor es de 50.000 dólares, que compran m2 y multiplican m2 en lotes, transformando la inversión en líquido.  

Finalmente, en el caso de Damián Luque se expuso sobre la venta de terrenos en las sierras de Córdoba y ya llevan un total de más de 1.200 ventas en dos años.Como un agregado de valor, Luque sostuvo que consiguen el servicio de agua en 24 meses y el de luz en 36 meses, por lo que podría considerarse una inversión de mediano o largo plazo. 

En meses que consideran "malos", el flujo de ventas llega a ser de entre 20 y 30 lotes, mientras que en picos como enero del 2019 llegaron a vender 125 terrenos. Luque consideró que "no sienten la crisis" porque "los dueños de lotes siempre quieren vender". Se vinculan directamente con el dueño de la tierra para no tener intermediarios. 

Los lotes generan una expectativa para el pequeño inversionista. Luque explicó que trabajan con cuotas de entre 8 y 10 mil pesos, de acuerdo al metraje del terreno, y que tienen una tasa de morosidad baja. 

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